18 may 2010

Gorosito, el Xerez y ese pelazo


Será porque soy el nuevo, pero me ha tocado a mí el honor de inagurar esta sección de firmas gooolcastianas en la que vuestros queridos locutores os darán su particular visión de la actualidad futbolera, pretendemos ser igual de granujas, pendencieros y transgresores que en el podcast.

Y como de transgredir se trata, mientras toda la prensa deportiva habla del flamante campeón y sobretodo hace leña del caído árbol merengue, yo me pongo a hablar del último clasificado, ese Xerez que nos hizo soñar a todos con una carámbola cósmica en la última jornada que evitara el desastre del descenso, pero no pudo ser, el equipo andaluz no consiguió la remontada imposible.

Pongámonos en situación, en la jornada 17 el Xerez sólo llevaba siete puntos. El Cuco Ziganda, que es navarro y más bien soso, no consiguió sacar nada de la plantilla y nunca llegó a conectar con la afición andaluza, así que se le acabó echando, porque una cosa es bajar a segunda y otra hacer el ridículo más espantoso, pero... ¿Quién podría salvar al Xerez de su penosa situación? Normalmente este tipo de marrones se le suelen pasar a entrenadores de la casa, pero el máximo accionista del club, Federico Souza, decidió traer a su compatriota Néstor 'Pipo' Gorosito para enderezar el rumbo de la nave xerecista. Gorosito enseguida vio que aquella empresa era demasiado para un sólo hombre y se trajo consigo a un séquito de técnicos, a todos nos pareció una exageración en aquel momento, pero las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

En manos del técnico argentino el Xerez despertó de su letargo, por fin la plantilla comenzó a conectar jugadas y demostró que merecían mucho más que ser el destacado colista, los finos centrocampistas empezaron a creer en su juego y sobretodo surgió la figura de Mario Bermejo que con sus goles se convirtió en el ídolo de Chapín, mientras tanto, desde el banquillo el brillo de la aflamencada melena de el Pipo iluminaba el camino de la salvación.

Pero por mucho que nos gusten las historias de resistencia numantina y de la lucha de David contra Goliath, lo cierto es que el pez chico casi nunca se come al grande y la hipoteca de la época Ziganda era una deuda demasiado alta para la humilde plantilla del Xerez, eso sí, nuestros héroes al igual que los 300 espartanos, aguantaron como fieros leones hasta la última jornada en el paso de las Termópilas, nunca dieron su brazo a torcer...pero no consiguieron evitar que los persas les mandaran a segunda división, curiosamente su descenso lo certificó el empate ante Osasuna, el equipo del que surgió el Cuco Ziganda.

De todos modos el fútbol es un deporte que se alimenta de leyendas y la lucha de Gorosito no caerá en el olvido, tanta huella ha dejado en la ciudad andaluza que al técnico argentino le han compuesto una sevillana y por mucho que Guardiola haya ganado la liga seguro que el gran ídolo culé mataría por tener ese pelazo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El recambio natural de Pellegrini en el Real Madrid (?) si es que, como parece saber hasta la que frega en el Bernabeú, es despedido en los próximos días.

Cutanda Fútbol dijo...

Gorosito fue víctima de los prejuicios. Su aspecto con una melena rizada poco convencional en el fútbol actual; el relevo en la propiedad del club con una sociedad cuya transparencia no es la habitual en Europa; unos sistemas de preparación de los partidos diferentes a los aplicados con anterioridad y otros pequeños detalles hicieron que la atención futbolística infravalorara el trabajo del entrenador, pero poco a poco sus resultados están ahí.

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